Suele suceder que nuestra mirada centrada en las circunstancias de coyuntura que nos toca vivir, interpreta en forma errónea aspectos de esa realidad ya que omite considerar los aspectos históricos que configuran y dan sentido a la realidad y que, en muchos aspectos, se internan en decisiones, leyes, decretos y situaciones que se tomaron en otras épocas. Por ello, y mal que le pese a Susana, Mirta y muchos otros que quieren enterrar el pasado, si queremos comprender determinados aspectos de la realidad, es menester remontarnos a través de la historia para conocer de que forma se gestaron esos cambios.
Algún viejo pensador decía aproximadamente que "...el peso de los muertos oprime la conciencia de los vivos...."; detengámonos a pensar por un momento en cuantas situaciones que hoy se discuten hunden sus raíces en las mas profundas mazmorras del terrorismo estatal del '76: AAA, terrorismo estatal, desaparición forzada, campos de concentración, ley de medios, carta orgánica del Banco Central, flexibilización laboral, tercerización laboral, privatizaciones, etc...; mencionamos sólo algunos aspectos mas conocidos sin pretender cerrar el tema en torno a ellos, cada quien puede agregar otras situaciones que impactaron de la misma forma sobre le conjunto de la sociedad argentina, ya que el trasfondo y eje común que los conjuga y les da sentido es la aplicación de las recetas del Neoliberalismo en Argentina.
En ese contexto es que deben entenderse las disputas actuales, e inclusive podríamos mencionar algunas perlitas que tal vez se consideren del ámbito cultural pero que se relacionan con un mismo estado de cosas que implicaba cubrir todos los ámbitos de la dominación social.
Hacia 1984, la alegría por la recuperación democrática se expresaba en una suerte de renacer en ámbitos tan diversos de la participación ciudadana como la radiofonía, diarios y revistas, marchas, recitales al aire libre, etc.; pero la contínua presión desestabilizadora vía levantamientos carapintadas y golpes de mercado hiperinflacionarios, recondujeron la política hacia otros cauces.
Surge la telepolítica con su cohorte de periodistas al servicio de las "nobles" ideas del neoliberalismo, pontificando por el fin de las ideologías y el total descrédito de un estado populista que nos había "aislado" del mundo; los programas de "entretenimiento" llevaban a estos políticos farandulizados a participar de la gran fiesta para unos pocos mientras en las calles se reprimían las protestas sociales que ellos mismos generaban con sus políticas y nadie se asombraba que se anunciaran despidos de a miles en las ex empresas del estado.
¿Nos olvidamos de todo esto?, los que hoy hablan de represión, dictadura, censura, etc...¿en que vereda jugaron en esa época?; pero mas allá de estos pesonajes siniestros para el país, lo mas difícil es preguntarnos por nosotros, si queremos llevar adelante profundos cambios que beneficien a la mayoría de la población, hoy en día es mucho mas fácil identificar las posiciones de los personeros del pasado que no quiere morir, que intenta todavía gobernar por sobre las mayorías utilizando los mas diversos artilugios.
La política escapó de la oscura trama adonde la habían relegado los monseñores del fin de las ideologías, está mas viva que nunca y en las calles disputando espacios, cooptó a la juventud y ellos está buscando espacios que nosotros no supimos o no pudimos conseguir, no los defraudemos, hoy mas que nunca debemos apoyar las luchas por ampliación de derechos, la extensión de derechos sociales a toda la población, el acceso extendido a las posibilidades que hoy ofrecen las tecnologías de la comunicación, la incorporación a la educación y el trabajo; estos son aspectos que pueden reconfigurar el mapa de la dominación en Argentina, no lo dejemos escapar, es nuestra oportunidad.
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