Casi como en una letanía se escuchan las voces crispadas de odio clasista que aún proclaman la defensa a ultranza de un lugar en el mundo exclusivo para los sectores del privilegio mientras excluyen al resto. No se trata de lograr una democracia social que permita la inclusión de gran parte de la población, en su pensamiento obtuso y represivo la cuestión es ver de qué manera perciben la mayor porción de la torta, aún a riesgo que esto alimente un clima social explosivo.
En los albores de la dictadura nos llenaron la cabeza con el slogan facilista que decía “Achicar el Estado es agrandar la Nación” de profunda raigambre liberal, que podríamos traducir como “Achicar el estado ‘populista, de bienestar, de inclusión social’ existente en 1976 es agrandar la nación ‘oligárquica, de los sectores privilegiados, de exclusión social’ y para ello no se quedaron en la mera fraseología sino que dispusieron del aparato del estado (ahora útil y reconvertido en terrorista) para imponerlo a como diese lugar. Entonces las políticas macroeconómicas de Joe Martinez de Hoz se relacionaban con las políticas de represión directa hacia los sectores trabajadores que daban sustento al anterior modelo de la mano de medianas y pequeñas empresas a las cuales la apertura externa de la economía puso en jaque.
La nueva sociedad surgida de este modelo se alimentó del quiebre de esos hilos sociales que le daban sustentabilidad al modelo anterior. Allí se va a anclar el menemismo para romper los diques de contención que aún quedaban en pié y profundizar el modelo de exclusión social que hace crisis en diciembre de 2001. Las luchas de amplios sectores sociales excluidos minaron las posibilidades de continuidad de regímenes del mismo signo; en este contexto de profunda crisis social se hace menester recomponer el aparato productivo basado en actividades de rápida recuperación que permitieron una clara recomposición del trabajo y el ingreso dinamizando el mercado interno.
Pero como nada es tan sencillo, los sectores del privilegio que más se han beneficiado con la recuperación son los que quieren minar el modelo; ha de ser porque consideran que ellos harían mejor las cosas a través de su grupo de lacayos opositores que los siguen desde sus alocuciones en la rural o directamente invitados a cenar en sus fastuosas mansiones. Pero está bueno que se hayan quitado las caretas para mostrarse a cara descubierta junto a sus secuaces a sueldo.
1 comentario:
Excelente análisis de la película neoliberal argentina. Saludos!
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