"Si vos me preguntás cuál es la época mas feliz de mi vida, te diría que en este momento, el hoy, porque no puede ser de otra manera: cuando uno empieza a ver que el momento más feliz ya pasó, algo malo está sucediendo. Esto es una cosa que uno debe hacer ocurrir naturalmente. ¿De que manera? Luchando por conseguir lo que uno desea, es el asunto del deseo, si todavía tenés fuerzas para luchar por tu deseo y hacer que cada tanto consigas lo que quieras; estoy pensando en el amor, nada más, no estoy pensando en camionetas. Entonces, el momento de felicidad es el presente. Claro, está el deterioro, y ésa es la preocupación: ¿hasta cuándo podré decir esto que digo hoy?...
....Estaba por citar a Heidegger otra vez, que él decía que había una forma de vivir que no era auténtica y que consistía en estar engañandose todo el día para olvidarse que uno es mortal. Algo así hay con el que se resigna a estar no con la mujer que más le gusta sino con la que le da bolilla. Y después hace una operación sobre su propio convencimiento para decir 'no, ésta es la que yo quiero'; ' éste es el tipo que me gusta', dice la mujera que ya ha perdido sus encantos que no tiene más remedio que conformarse con el hombre que no es el que ella soñó. Entonces se acomoda, se resigna, y la estirpe se prolonga. Pero mientras uno puede evitar la llegada de ese día, uno debe luchar. Creo que ésa es la lucha: tratar de que la intensidad de nuestra vida -no digo la felicidad: la intensidad, estoy hablando de luchas, también de intensidad política- esté hoy. Tratar de que sea éste el momento más intenso".
(Página/12, Suplemento Radar, 14 feb 2010, págs. 4-7)
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