El día de ayer es histórico, parecía como una liberación, un desahogo social, un poner fin a tanta basura mediática tratando de sitiar una realidad que estalla por todos lados en forma distinta a como intentan tergiversarla los medios hegemónicos.
No estamos en el mejor de los mundos, es cierto, pero desde el 2003 en adelante se demostró que se puede torcer el rumbo, incluir a amplias franjas de la población que habían quedado fuera del mercado laboral, reconstruir la memoria y brindar justicia donde siempre faltó. Parece que al fin de cuentas Prometeo sigue ejercitando sus artilugios para robar el fuego sagrado y hacerlo llegar a los mortales, aquellos mortales tan golpeados por el neoliberalismo triunfante de los 90.
Hoy parece que ese neoliberalismo tan promocionado desde los centros mundiales del poder, está fagocitando a sus propios impulsores. Las crisis se reproducen a nivel mundial por la lógica interna de funcionamiento del capitalismo, pero mucho peor se manifiesta en aquellos países donde el estado deja las riendas en manos del mercado.
El kirchnerismo desde su llegada al poder en 2003 puso en práctica una batería de recetas propias del Estado Benefactor, toma partido en la economía para reducir los desajustes e inequidades que genera el mercado en su accionar. Este es el punto en conflicto, los sectores económicamente dominantes argentinos no tienen interés alguno en ser controlados, para ello se convirtieron en los artífices del estado desmantelado con sus políticas de ajuste que comienzan en 1975 y hacen eclosión en 2001. Su lema de cabecera era "Achicar el Estado (de todos) es agrandar la Nación (para unos pocos)".
No hace falta ver tantos indicadores económicos para reconocer lo que pasa a nuestro alrededor, el simple ejercicio de la memoria entre contextos históricos, rompe cualquier discurso mediático.
Los resultados de las primarias van en ese sentido, demuestran que la mitad de la población analiza su situación personal y social dejando de lado la burda y remanida crispación mediática, a los candidatos títeres de esos mismo medios que le dan entidad cuando la misma población no los tiene en cuenta a la hora del voto.
De ésta elección queda mucho para analizar, pero sobre todo que es posible profundizar el cambio, el camino no es fácil pero hay sectores con voluntad de hacerlo, el sentido del cambio está definido y la lucha continúa.
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