Frente a la destemplada reacción de los Bergoglios / Torquemadas de turno, la sociedad argentina dio una muestra civilizada de tolerancia respecto a los derechos civiles de minorías que luchan desde hace años por su propia visibilidad.
Queda atrás la hipocresía de quienes hacen caso omiso de las perversiones realizadas en torno a las parejas heterosexuales, muchas de las acusaciones que se esgrimían contra el matrimonio igualitario eran las situaciones silenciadas opr la normalidad.
Pero me parece que lo interesante en torno a este debate excede la situación de la homosexualidad como elección, estamos asistiendo a un momento histórico en el cual la mayoría reconoce derechos civiles a una minoría, situación que puede dar cuenta del reconocimiento legal en las luchas de muchos otros grupos minoritarios que hace años bregan por eliminar la invisibilidad a la cual los somete la dictadura de las mayorías bienpensantes.
Saludo a todos los luchador@s que lo hicieron posible.
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