tuve que acostumbrar mi visión
a los ecos distantes de tu nívea belleza,
el profundo dulzor de tu mirada, sublime,
me sofoca
quiero saber de tu belleza incontenible,
de tu ternura que se adivina
aún en el espesor de bruma austral,
tu presencia dorada de mujer
llama a la inquietud,
a la búsqueda inesperada
de una caricia que aplaque
la sed de tu piel cálida (HP)
1 comentario:
Buenísimo! De quién es?
Publicar un comentario