no era advertido,
no era presentido,
que era un derecho natural
obtenido por su siempre
obscena predisposición lambona
hacia ellos,
patricios fundadores
de muertes ajenas,
apropiadores,
fusiladores,
desaparecedores,
hiperinflcionarios y destituyentes,
personeros tilingos,
cipayos orgullosos de siempre,
sólo el simple verdor ajeno
soliviantaba a esa troupe
de energúmenos,
sin mas argumentos que
los ajenos,
hablados que eran
libres se creían
y mas cadenas los ataban
a su destino manifiesto
de profundidades sin dignidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario