Resulta paradójico que en la vieja contienda por encarnar la ideología dominante que haga pié en los sectores populares para posibilitar el cambio social encontremos nuevamente a ciertos sectores de la izquierda vernácula con el rumbo perdido, tal vez sea necesario alcanzarles una brújula para reorientar a quienes, desde la supuesta vereda progresista, se llenaron la boca hablando sobre la revolución, pero a la hora de tomar partido terminan cayendo nuevamente en los reaccionarios brazos de la derecha mas rancia y elitista que podamos conocer en nuestro país.
No es raro ver que quienes dicen encarnar intereses populares sirvan de monigotes para rellenar mesas de escleróticas divas o militaristas grondonianos, tan raro que llegamos a preguntarnos quienes son los que verdaderamente expresan la defensa de los intereses populares.
El peronismo tuvo y tiene a través de su historia distintas variantes que han expresado coyunturas específicas, no obstante su historia respira un espíritu libertario y rebelde que excede en mucho a quienes desde siempre se han considerado el grupo iluminado de la revolución.
Pensemos en los importantes cambios protagonizados por el primer peronismo, el intento de alzamiento de Valle, la resistencia peronista, la pelea por el retorno del líder, la desaparición forzada de personas y el feroz ataque a su base de sustentación industrialista; nada de esto pudo haber sido llevado a cabo sin ese ímpetu rebelde y de lucha.
Un espíritu que aún hoy hace erizar los pelos del gorilaje vernáculo y que tuvo su correlato en las luchas de los anarquistas de principios del siglo XX contra la oligarquía dominante entonces (y aún vivita y coleando). Creemos percibir cierta continuidad, ciertos clivajes que se mantienen en el espíritu inconformista, subversivo, rebelde, contestatario entre aquellos viejos anarcos excluidos hasta de la ciudadanía política y los núcleos combativos, rebeldes del peronismo redivivo, hay una juventud que se está expresando y ha percibido que el futuro es posible a través de la lucha, de la rebeldía declarada contra los poderosos pero encarnados en un proyecto que les está dando un lugar en el mundo, lugar que ha sido esquivo para varias generaciones de argentinos durante la oscura noche de la dictadura y el neoliberalismo.
